‟Lo que te puedo contar es que, lo que me cuentan mis padres y lo que yo vi, que este fue el primer restaurante de la calle Ortuzar. El primero. La construcción es todo adobe, para el último terremoto no le pasó nada. Fíjate tú que los adobes llevan así unas crucetas, o sea, perdón, vigas así entre medio que van amarrándose. Entonces ese sistema es muy bueno. Le da mucha firmeza. El techo es de teja. Y acá tenemos de pizarreño, eso lo estamos comenzando con el maestro, que vamos a dejar todo este frente y seguir conservando esa teja, porque se ve bonito. Se mantiene como el estilo, es precioso. Y el color, fíjate todo el color que le di y le da un estilo como colonial y con las puertas preciosas. Sería lindo, Sería precioso que volviera a funcionar como restaurante o café literario, sí, yo quiero cumplir ese sueño.‟